-Jake lo has pensado- pregunte
-¿Pensar que?-
-Sobre lo que sentía- el exhalo – si no me lo quieres decir no lo hagas- susurre
-No, espera- susurro
-¿Y me lo vas a decir?- susurre
-Si… he estado pensando y nunca has dicho que te allá gusta el- inhale con mucha fuerza, “al fin un rayo de esperanza” pensé, -Solo has dicho que lo has querido-
-No se si lo quiero… lo quiero como querer querer, pero no lo quiero como se quiere a alguien que quieres- dije y Jake se hecho a reír
-¿Te das cuenta de lo que dices?- dijo riéndose
-Solo quería que sonrieras… me encanta tu sonrisa- susurre
-No voy a irme- dijo al fin, la felicidad era tan grande que se me desbordo de los ojos –¡No llores!- grito
-Jake, estoy llorando de felicidad- dije mientras me limpiaba las lágrimas
-Pero… voy a tener que aprender a confiar en ti otra vez- susurro
-¿¡Que!?- dije sorprendida
-Vas a tener que hacer meritos hasta que te perdone por completo- dijo levantándose y yo me levante con el
-Me conformo con que no me abandones- dije sonriendo, el estiro los brazos pidiéndome que lo abrazara, corrí a sus brazos y el me abrazo con fuerza
-Prométeme algo- susurro a mi oído
-Lo que sea… lo que quieras-
-Prométeme que no vas dejar de quererme- dijo mientras yo sonreía
-Te lo prometo- dije mientras lo abrazaba con mas fuerza –¿Por cierto podrías hacerme un favor?-
-Si claro-
-Quiero que le rompa la cara Sebastián… si no te importa hacerme ese favor-
-Será todo un honor cumplir tu deseo… ¿quieres ir a tu casa?-
-No, quiero quedarme aquí contigo- dije
-Okey-
-¿Como se supone que tenga que hacer meritos?- pregunte
-Bueno, quiero que estés a mínimo un metro de Sebastián-
-Creo que puedo lograrlo-
-Quiero que por nada del mundo vuelvas a aceptar una invitación del cachorro-
-Okey, soportare el sermón-
-Y quiero que me des 30 besos, los que no me has dado estos últimos días-
-¡30 besos!- el frunció el seno –¿Tan poquitos?- el río y yo sonreí, acerque mi rostro al suyo lo suficiente para que mis labios volvieras a tocar los suyos después de tanto tiempo, estaban tan calidos como siempre, tan suaves, como siempre, tan llenos de amor como siempre, yo era tan feliz de que el volviera a besarme, pero se le notaba tan frió, a pesar de que me besaba como siempre, se sentía como si se estuviera contrayendo, como si luchara para no excederse, me separe de él y lo mire con curiosidad
-¿Que?- pregunto
-¿Impulsos?- pregunte con una sonrisa
-¿Quien te contó de eso?- pregunto otra vez
-Mmmm…- susurre
-fue el cachorrito- susurro entre dientes
-Si-
-Tenia que ser… pero si es cierto es un impulso, estoy luchando contra el, se supone que no voy a tocarte hasta que tengas todos tus meritos- susurro, yo me reí
-¿Y si no eres tu el que me toca sino yo a ti?- susurre
-Eso seria en contra las reglas- dijo riéndome
-¿Cuales son las reglas?- pregunte sonriendo
-Regla #1- dijo Jake con cara de profesor, yo me eche a reí pero le preste atención –cada vez que me veas me tienes que decir que me quieres-
-Te quiero- dije sonriendo
-Regla #2… Si ya estas despierta y yo no, me tienes que despertar con un beso-
-No tengo ningún problema- susurre mientras me reía
-Y regla #3 si nos besamos, no puedo tocarte, ni tu a mi… okey- susurro
-Okey- dije con una carita de tristeza
-Pero eso no significa que no puedes besarme- susurro el mientras posaba sus labios en los míos, nos recostamos en el suave y húmedo césped y Jake me abrazo con fuerza esa fue la primera vez que nos quedamos dormidos en el claro…
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